Las propiedades químicas del cobre son además las responsables de otras de las características más significativas de este metal:

• Resistencia a la corrosión: debido a sus propiedades químicas, el cobre es un elemento muy estable. No obstante, sometido a condiciones de oxidación, el cobre es capaz de general una capa protectora de material oxidado que detiene el proceso. Esta propiedad se conoce como el autopasivado del cobre y a ella es debida la alta resistencia a la corrosión.
• Alta conductividad eléctrica: el cobre tiene una conductividad eléctrica muy elevada, solo superada por la de la plata. La explicación tiene que ver con la movilidad de los electrones, pero habría que acudir a la mecánica cuántica para comprender su fundamento. Esta propiedad es determinante de algunos de los principales usos del cobre en elementos conductores.
• Alta conductividad térmica: por su carácter metálico, el cobre tiene una alta conductividad térmica, lo que determinará también alguna de sus aplicaciones.
• Maleabilidad y ductilidad: esta característica del cobre es muy útil para poder adaptar la forma y el grosor al uso para el que esté destinado.