Importancia económica
El uso del cobre en la historia está unido al inicio de la modernidad, ya que la utilización generalizada de este metal, que se remonta al año 6500 a. de C., marca el fin de la Edad de Piedra y el inicio de la Edad de los Metales, último período de la prehistoria. La existencia de cobre en estado nativo fue tal vez fue la causa que condicionó que los hombres prehistóricos comenzaran a utilizarlo, inicialmente sin tratamiento térmico alguno, tan solo modelándolo a base de golpe con martillos o piedras. Los primeros utensilios que se fabricaron fueron agujas y objetos punzantes, así como algunos adornos.
¿Cómo se desarrolla la industria del cobre?
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[Agradecimientos a Factor Minero]
La aparición de la metalurgia del cobre, con los procesos de fusión del mismo y la síntesis de las primeras aleaciones se remonta a los años anteriores al 3000 a. de C., inicio de la Edad de Bronce. Las propiedades de maleabilidad de la aleación denominada bronce (cobre – estaño), dan lugar a piezas más elaboradas que se utilizaban en la fabricación de armas y poco después, en la fabricación de copas y otros recipientes.
La aparición posterior de la metalurgia del hierro ralentizó ligeramente el uso genérico del cobre, cuyo uso se limitó a determinados objetos que la sociedad consideraba que debían estar fabricadas en este metal. Tal era el caso de algunas monedas, de las campanas, de objetos decorativos y de algunas armas de guerra.
El uso del cobre continuó creciendo en las etapas posteriores de la historia, con aplicaciones cada vez más específicas. Pero no sería hasta mediados del siglo XIX, gracias a los conocimientos físicos adquiridos relacionados con la electricidad y a la posterior evolución de toda la industria eléctrica, cuando el cobre empezaría a adquirir una gran relevancia, gracias a sus propiedades conductoras.
En este momento, pasó de ser un elemento utilizado para aplicaciones muy específicas, muchas veces decorativas, a convertirse en un elemento estratégico para una industria que empezaba a despuntar y con un futuro prometedor. Y a partir de entonces, el metal rojizo comenzó a ser una joya en bruto, pendiente todavía del descubrimiento de nuevas aplicaciones. El avance de la ciencia y del conocimiento de la metalurgia fueron abriendo además el paso a la creación de nuevas aleaciones de cobre y otros elementos, para usos que se consideraban impensables en aquel momento.
Debido a la evolución producida y a la alta demanda de cobre se dio además otra situación, relacionada con el agotamiento del cobre nativo en estado puro. Se produjeron entonces numerosas prospecciones para tratar de encontrar el preciado metal en otros estados y efectivamente se localizaron zonas ricas en minerales con cobre en concentraciones determinadas. Se abría entonces el camino de otra tipo de actividad económica relacionada con el cobre que es el de su extracción y purificación.